Cobre Las Cruces lidera un ensayo europeo para transformar residuos mineros en cobalto y otros metales esenciales

  • CLC forma parte del consorcio ‘RAWMINA, que investiga nuevos procesos para la obtención de Materias Primas Críticas
  • El proyecto permitirá reducir la dependencia de la industria europea de mercados externos

Cobre Las Cruces desarrollará durante los próximos meses una prueba piloto para la producción sostenible de cobalto, tungsteno, oro y plata a partir del aprovechamiento de residuos mineros. El ensayo forma parte del proyecto europeo RAWMINA, que investiga nuevas tecnologías para la obtención de materias primas fundamentales para la transición energética, tanto para el desarrollo de las energías renovables como para los nuevos sistemas de almacenamiento de energía, así como como las baterías de los vehículos eléctricos.

Uno de los métodos en fase de ensayo es la biolixiviación: un proceso hidrometalúrgico que utiliza microorganismos para extraer metales del mineral. En comparación con los procesos metalúrgicos convencionales, la biolixiviación ofrece ventajas como un menor consumo de energía y productos químicos, una menor huella de CO2 y menores costes de capital y operativos.

La prueba se va a desarrollar en la planta piloto de CLC, construida en 2016 como parte del futuro proyecto de refinería polimetalúrgica PMR, con el que producirá metal puro de cobre, zinc, plomo y plata. «Con el proyecto RAWMINA, se abre la oportunidad de añadir nuevos metales a nuestra cartera de producción, utilizando los principios de la economía circular y contribuyendo a la transición verde hacia una mayor sostenibilidad medioambiental», destaca el director de Tecnología, Innovación y Medio Ambiente de CLC, Joaquín Gotor.

Planta Piloto de Cobre Las Cruces

Disponer de capacidad para producir las materias primas fundamentales para la transición energética a partir de residuos mineros puede ayudar a reducir la dependencia europea de mercados exteriores, como China.

El proyecto RAWMINA se puso en marcha en 2021 y ahora entra en su fase final. En el proyecto participa un consorcio internacional formado por 19 socios especializados de 10 países.

Marco Lopes, director de Aceleración de Impacto de Crowdhelix, socio del proyecto, sitúa a RAWMINA a la vanguardia en la respuesta a la escasez de recursos críticos en Europa: «La UE se enfrenta a un gran desafío debido a la falta de un suministro fiable de materias primas críticas. Para contribuir a mitigarlo, este proyecto con financiación europea pretende revolucionar la producción de materias primas en la UE aprovechando el potencial de los residuos mineros. Mediante el desarrollo de un innovador sistema piloto, RAWMINA pretende establecer un proceso sostenible y eficiente para extraer estos materiales esenciales».

Cobre Las Cruces es una de las empresas andaluzas más activas en los programas europeos de investigación Horizonte 2020. La colaboración en el proyecto RAWMINA se suma a otros programas de I+D+i en los que también colabora activamente la compañía minero-metalúrgica española,. Entre ellos está el consorcio europeo METALLICO, que desarrolla nuevos métodos innovadores y sostenibles para obtener metales estratégicos para la fabricación de baterías, como el litio, el cobalto, el cobre, el manganeso o el níquel.

CLC también forma parte del Centro de Innovación Universitario de Andalucía, Alentejo y Algarve (CIU3A), con un proyecto para investigar el uso de metales de la Faja Pirítica andaluza para fabricar baterías de nueva generación destinadas al almacenamiento eficiente de energías renovables. Junto a ello, CLC forma parte de la Alianza Europea de las Materias Primas (ERMA), un gran acuerdo para garantizar el suministro de metales clave para la industria comunitaria.

 

En Expansión: Un futuro hecho de metal

Europa pone su mirada en los nuevos proyectos minero-metalúrgicos, como el de Las Cruces (Sevilla), para asegurar el suministro de materias primas estratégicas para la transición energética

_ Publicado originalmente en el especial Energía de Expansión

 

La última cumbre del clima de Glasgow ha puesto una vez más de manifiesto la urgencia de acelerar las medidas para la descarbonización de la economía y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, será necesario imprimir una nueva velocidad al despliegue masivo de las energías renovables y las nuevas tecnologías de almacenamiento energético, así como profundizar en nuevos parámetros circulares en la producción y consumo de los bienes que producimos.

Se abre así una década decisiva para la expansión del vehículo eléctrico, los aerogeneradores, los paneles solares, las baterías de última generación, las nuevas tecnologías de comunicación… Todas estas aplicaciones y tecnologías precisarán de un uso intensivo de minerales y metales como el litio, el cobre, el cobalto, el zinc o el plomo, que se consolidan como materias primas estratégicas para la transición energética y digital en Europa y en el mundo.

Sin embargo, la industria española y europea sigue siendo peligrosamente dependiente de la importación de metales procedentes de mercados externos, como China. Como ha advertido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, “las tecnologías verdes y digitales dependen actualmente de una serie de materias primas escasas. Importamos litio para los coches eléctricos, platino para producir hidrógeno limpio, metal de silicio para los paneles solares. El 98% de los elementos de tierras raras que necesitamos provienen de un solo proveedor: China. Esto no es sostenible. Debemos diversificar nuestras cadenas de suministro”.  

La experiencia del Covid-19 y la actual crisis de abastecimiento ha dejado más claro que nunca que la UE necesita disponer de un suministro seguro de materias primas clave si quiere afrontar con éxito el gran reto global de la revolución ecológica y la lucha contra el cambio climático. Para ello ha puesto en marcha la Alianza Europea de las Materias Primas (ERMA), que persigue promover el desarrollo de nuevos proyectos minero-metalúrgicos en Europa, diversificar el suministro de terceros países, la eficiencia en el uso de los recursos y la economía circular.

La vista está puesta en el desarrollo de nuevos proyectos que no sólo extraigan el mineral, sino que también generen valor añadido a través de la transformación en Europa de estas materias primas en metal refinado. Uno de esos proyectos, candidato a los fondos europeos Next Generation, es el que encabeza el complejo sevillano de Cobre Las Cruces (CLC), ubicado en el extremo oriental de la Faja Pirítica Ibérica, una zona históricamente rica en recursos minerales que guarda aún ingentes reservas de minerales por explotar.

Nueva refinería polimetalúrgica

Después de 12 años desarrollando una explotación a cielo abierto para la producción de cobre, la Junta de Andalucía acaba de conceder a CLC la autorización para desarrollar el nuevo proyecto de explotación subterránea y refinería polimetalúrgica para la producción de cobre, zinc, plomo y plata a partir de un nuevo yacimiento polimetálico localizado en la misma zona.

Este proyecto minero y metalúrgico, denominado PMR (Polymetallurgical Refinery), tendrá un periodo de actividad de al menos 14 años, supondrá una inversión directa superior a los 500 millones de euros y otra adicional de 177 millones en instalaciones de energías renovables que alimentarán de energía limpia la nueva línea industrial. Durante su desarrollo, el proyecto generará más de 2.000 millones de euros de ingresos dentro del territorio, entre salarios, impuestos, suministros y contratas.

De igual modo, se crearán 1.200 puestos de trabajo durante la fase de construcción. Una vez en producción se generarán unos 900 empleos directos (480 propios de la empresa y 420 de contratas) y unos 1.500 empleos indirectos e inducidos.

De la mina al metal

Esta futura actividad industrial se apoyará en una mina subterránea y en una nueva planta polimetalúrgica para la producción de los cuatro metales. Todo ese proceso se realizará con una tecnología que representa una innovación única en la minería mundial al completar el proceso ‘de la mina al metal’, es decir, desde la extracción del mineral hasta su transformación en metal refinado, listo para su comercialización.

Este sistema, con el que Cobre Las Cruces ha estado hasta ahora produciendo el cobre más puro del mundo (99,999%), se ha perfeccionado y ampliado para procesar también el mineral polimetálico. Se trata de un material muy abundante en la Faja Pirítica andaluza, pero hasta ahora era muy complejo de procesar por la dificultad de separar sus componentes.

La planta tendrá además capacidad para procesar mineral procedente de otros yacimientos polimetálicos de su entorno, que hasta ahora están desaprovechados por la ausencia de una tecnología eficiente y rentable para su tratamiento. Según los últimos estudios, las reservas de polimetálico en Andalucía se estiman en más de 1.500 millones de toneladas. En ese sentido, el proyecto de Las Cruces puede abrir un nuevo horizonte de desarrollo para todo el sector minero.

Las Cruces investiga la recuperación de cobalto, tungsteno y otros metales críticos a partir de residuos mineros

La compañía minera andaluza se incorpora al proyecto europeo de economía circular RAWMINA para desarrollar un proceso sostenible para la producción de metales críticos a partir de materiales y residuos de la minería

La empresa minero-metalúrgica Cobre Las Cruces se ha incorporado al nuevo proyecto europeo RAWMINA, coordinado por el Centro Tecnológico LEITAT, para el desarrollo de un nuevo proceso que permita la producción sostenible de metales críticos a partir de residuos mineros, lo que representa un innovador avance en Economía Circular en el sector. El proyecto está financiado por el programa de investigación e innovación ‘Horizon 2020’ de la Unión Europea.

Mediante las nuevas técnicas que se ensayarán en el proyecto Rawmina se pretende extraer metales de alto valor (Critical Raw Materials) a partir de materiales mineros que hasta ahora no eran aprovechables. Entre ellos está el cobalto, el tungsteno, el oro, la plata o el antimonio, fundamentales para la transición energética, tanto en las energías renovables como en el desarrollo de nuevos sistemas de almacenamiento energético, como las baterías de los vehículos eléctricos.

Gracias a esta tecnología innovadora, Cobre Las Cruces espera poder ampliar la producción prevista en su nuevo proyecto minero, que prevé la explotación de un nuevo yacimiento polimetálico de cobre, zinc, plomo y plata, y que actualmente está en trámite de autorización por parte de las administraciones. La producción de estos metales críticos en España serviría también para reducir la dependencia europea de mercados externos, como China, una cuestión que desde la Comisión Europea se considera estratégica.

Planta hidrometalúrgica de CLC

“Nuestro objetivo al participar en Rawmina es poder mejorar las capacidades de nuestra futura refinería polimetalúrgica (PMR). De este modo, además de cobre, zinc, plomo y plata, podremos obtener metales críticos adicionales mediante economía circular. Con este proyecto seguimos desarrollando la apuesta por la innovación de Cobre Las Cruces”, explica Joaquín Gotor, director de Tecnología y Medio Ambiente y coordinador del proyecto PMR en CLC. Estos nuevos metales provendrán del procesamiento del nuevo mineral y de otros materiales mineros como el llamado gossan o los residuos que se generan en la planta de tratamiento. Para ello se usará un sistema piloto que integra procesos de biolixiviación y nanotecnología.

Cobre Las Cruces se incorporará a un consorcio internacional formado por 19 socios de 10 países diferentes (nueve europeos y Chile). El proyecto, que ha dado comienzo este mes de mayo, se desarrollará durante los próximos 4 años y contará con una subvención de 9,1 millones de euros del programa H2020 en virtud del acuerdo de subvención Nº 958252.

La apuesta por la economía circular está muy presente en la actividad de CLC desde el principio de la operación y de manera muy especial durante esta última etapa. En estos momentos, y una vez agotadas las reservas del yacimiento de cobre que ha venido explotando hasta ahora, Las Cruces continúa produciendo metal a partir del reprocesamiento del mineral que se procesó previamente durante los primeros años de la actividad minera (los llamados tailings), en el que aún queda un porcentaje aprovechable de cobre. La producción va a ser limitada (22.000 toneladas de metal en total), pero la solución tecnológica desarrollada va a permitir mantener la actividad de manera transitoria durante dos años mientras se tramitan los permisos para el nuevo proyecto minero PMR.

Economía Circular en el sector minero _ Imagen EIT Raw Materials

La participación de CLC en el proyecto Rawmina se suma a otros programas de I+D+i en los que también colabora activamente la compañía minero-metalúrgica sevillana, una de las empresas andaluzas más activas en los programas H2020. Entre ellos está el proyecto europeo Rauclor para la extracción limpia de oro del mineral de gossan. CLC también ha sido seleccionado para formar parte del futuro Centro de Innovación CIU3A promovido por la Universidad y el Puerto de Sevilla, con un proyecto que empleará metales de la Faja Pirítica andaluza para fabricar baterías de nueva generación destinadas al almacenamiento eficiente de energías renovables. Junto a ello, CLC forma parte de la Alianza Europea de las Materias Primas (ERMA), un gran acuerdo para garantizar el suministro de metales clave para la industria comunitaria.