Cobre Las Cruces avanza en la rehabilitación ambiental de los espacios mineros: el relleno de la corta alcanza el 80%

  • Hasta la fecha se ha completado la restauración del 33% de la superficie del complejo minero-metalúrgico, con más de 230.000 árboles y arbustos plantados
  • Un mapa interactivo muestra el progreso de los trabajos 
  • La compañía continúa avanzando en su nuevo proyecto de refinería polimetalúrgica y explotación subterránea

 

Cobre Las Cruces (CLC) ha completado hasta la fecha la rehabilitación ambiental de un tercio de la superficie del complejo minero-metalúrgico, ubicado entre los términos municipales de Gerena, Guillena y Salteras. De esta forma, ya están restauradas 350 de las 1.000 hectáreas del espacio minero, que desarrolla un programa de rehabilitación ambiental progresiva desde el inicio de las operaciones en 2006.

Hasta hoy, se han plantado más de 230.000 ejemplares de árboles y arbustos para la rehabilitación de distintas zonas del complejo, como arroyos, vías pecuarias y escombreras (zonas de acopio de tierra y roca estéril).

Junto a estos trabajos, se está llevando a cabo el relleno progresivo del hueco minero, una vez que a finales de 2020 finalizó la actividad extractiva a cielo abierto. En la actualidad estos trabajos se encuentran completados al 80%. Durante la operación, la corta a cielo abierto alcanzó una cota de profundidad de hasta -210 metros.

Cobre Las Cruces ha dado a conocer estos datos con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio y que este año gira precisamente alrededor de la restauración de tierras, la resiliencia a la sequía y la desertificación, bajo el lema «Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración«. 

“En CLC desarrollamos una rehabilitación ambiental progresiva, lo que significa que no dejamos el trabajo para el final, sino que vamos actuando sobre el terreno desde el primer día”, subraya el director general de CLC, Pedro Soler, quien destaca el “compromiso de la compañía con una minería segura, responsable y respetuosa con el entorno”.

La compañía ha publicado un mapa interactivo en el que se resumen de manera gráfica los progresos realizados y que puede consultarse en la página web https://www.cobrelascruces.com/index.php/medio-ambiente/rehabilitacion-ambiental-en-clc-infografia-interactiva/

Acebuches, lentiscos, algarrobos

Entre las especies utilizadas para la reforestación de las áreas mineras están el acebuche, el lentisco, el algarrobo o el palmito, seleccionadas por su adaptación al paisaje y la configuración del ecosistema propio de esta esta zona de campiña de la provincia de Sevilla. En la última campaña de rehabilitación se han plantado 2.400 nuevos ejemplares y se ha realizado una siembra de pastizal sobre 15 hectáreas. Para el resto del año está previsto restaurar otras 20 hectáreas más.

Estos trabajos de rehabilitación están desarrollando al mismo tiempo que la compañía continúa dando pasos adelante en su nuevo proyecto minero-metalúrgico, que supondrá la puesta en marcha de una mina subterránea y una nueva planta polimetalúrgica para la producción de cobre, zinc, plomo y plata, todos en base metal.

Agua, residuos y biodiversidad

Otras actuaciones destacadas de CLC en materia ambiental tiene que ver con el uso de agua regenerada para proceso de tratamiento del mineral, proveniente de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Sevilla.

La gestión de los residuos mineros también es avanzada, ya que CLC no hay balsas de lodos, sino que el almacenaje se realiza de manera encapsulada para posteriormente cubrir y revegetar la zona.

En la rehabilitación de las escombreras que rodean la operación minera se han aplicado las últimas técnicas de restauración ambiental, con pendientes suaves y superficies revegetadas que hacen que se integren mejor en el paisaje en esta zona de la campiña sevillana.

Durante los años de operación también se ha llevado la rehabilitación ambiental de los tramos de los arroyos Garnacha y Molinos que atraviesan el complejo de Las Cruces, sobre los que se realizó un desvío de su trazado para hacer posible la actividad minera.

Rebaño de ovejas pastando en el entorno del embalse de CLC.

Entre las actuaciones ambientales también destaca el entorno del embalse de almacenamiento de agua de CLC, que hoy cuenta con una abundante vegetación, oteaderos, nidos e islas flotantes para aves que lo ha consolidado como un singular ecosistema donde conviven nutrias, flamencos, cernícalos, cigüeñas, anátidas, jabalíes y también zorros.

En los últimos censos se han podido identificar especies de aves amenazadas como el porrón pardo, la malvasía cabeciblanca o la focha moruna, lo que confirma este espacio como un refugio para la avifauna. Igualmente, CLC desarrolla un programa en colaboración con los agricultores locales para la preservación de la avutarda, otra ave amenazada.

El futuro: proyecto de refinería polimetalúrgica

Con este mismo compromiso ambiental se enfoca el nuevo proyecto minero de Las Cruces, que operará una nueva mina subterránea y una planta polimetalúrgica de cobre, zinc, plomo y plata que dispone de una tecnología única en el mundo.

El proyecto, denominado PMR (Polymetallurgical Refinery) producirá cuatro metales refinados (cobre, zinc, plomo y plata) y prevé una inversión superior a los 750 millones de euros, a los que se suma una aportación adicional para la construcción de instalaciones fotovoltaicas y de biomasa que alimentarán con energía limpia las operaciones mineras y metalúrgicas.

En la actualidad se están desarrollando trabajos preliminares en el acceso a la futura mina, la ampliación de la planta de tratamiento de aguas y la ingeniería de las instalaciones industriales.

Una vez se inicie la fase de construcción de las instalaciones se generarán 1.200 empleos directos, que serán 900 cuando comience las operaciones de producción, así como unos 1.500 empleos indirectos e inducidos. La puesta en marcha de este proyecto permitirá prolongar los trabajos de rehabilitación ecológica durante al menos 18 años más, lo que asegurará un mayor desarrollo de los ecosistemas al cierre de la actividad minera.

20 pollos de cernícalo primilla encuentran un nuevo hogar en el entorno de Cobre Las Cruces

Para conocer más sobre el compromiso de Cobre Las Cruces con la Biodiversidad, haz clic aquí: https://www.cobrelascruces.com/index.php/category/medio-ambiente/

Veinte ejemplares de pollo de cernícalo primilla han encontrado este verano un nuevo nido en el entorno del complejo minero-metalúrgico de Cruces Las Cruces, que un año más ha colaborado con el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Sevilla (CREA) para la recuperación de esta ave rapaz. Se trata del Falco Naumanni, el más pequeño de los halcones, cuyo número ha ido en declive en las últimas décadas en España y Andalucía, por lo que programas como el desarrollado por CLC contribuyen a favorecer la población de esta especie.

 

Los primeros pollos llegaron a Las Cruces el pasado mes de junio procedentes del CREA, que los recoge y atiende cuando se caen del nido. Las primeras semanas en CLC reciben cuidados y alimentación en el primillar habilitado en terrenos cercanos a la mina (así se conoce a las edificaciones destinadas a favorecer la nidificación de estas aves). Hace unos días se pusieron en libertad los últimos ejemplares, para que completen su desarrollo y emprendan, como es su costumbre, el vuelo hacia tierras africanas para pasar allí el invierno.

“La idea es que a su vuelta la próxima primavera regresen a Las Cruces, ya que suelen tomar apego al lugar donde realizaron sus primeros vuelos, y de esta forma contribuyan a recuperar la especie en la comarca”, explica Adrián González, ambientólogo responsable del programa.

 

Cobre Las Cruces desarrolla desde hace más de 14 años un Proyecto de Medidas Compensatorias para favorecer las poblaciones de aves esteparias en el área de influencia del complejo minero. Una de sus actuaciones es la reintroducción de ejemplares de cernícalo primilla a través de la técnica de cría campestre o ‘hacking’. Esta técnica consiste en la recuperación y liberación de pollos al medio sin entrar en contacto con los seres humanos, con zonas de alimentación y vuelo hasta que completan su desarrollo y son puestos en libertad.

Junto a este programa, destaca también el proyecto de protección de la avutarda (Otis tarda), la más voluminosa de las especies de la avifauna ibérica y una de las aves voladoras más pesadas que se conocen. CLC mantiene acuerdos con agricultores y sociedades cinegéticas de la comarca para favorecer espacios propicios para el hábitat, la reproducción y la cría de esta especie, en peligro de extinción.

 

 

Agencia EFE: Una mina ayuda a conservar las últimas avutardas de Andalucía

Contenido elaborado por Jorge Molina para la Agencia EFE el 10 de junio de 2021

https://www.efe.com/efe/andalucia/cordoba/una-mina-ayuda-a-conservar-las-ultimas-avutardas-de-andalucia/50001125-4558671

La población de avutardas, el ave voladora de mayor peso en España, se mantiene en Andalucía en unos 420 ejemplares (censo de 2019 de la Junta de Andalucía), con uno de sus núcleos poblacionales de 21 ejemplares a unos 20 kilómetros de Sevilla, donde sobreviven gracias al proyecto que sustenta una empresa minera.

Un ejemplar de avutarda.

La avutarda resiste en Andalucía en zonas agrícolas de Osuna (Sevilla), y el Alto Guadiato y valle de los Pedroches (Córdoba), donde se concentra el 75 % de los ejemplares, según los últimos datos de la Junta de Andalucía. El informe oficial indica que las presiones que afectan de forma directa a la población reproductora de avutardas son “la pérdida de hábitat optimo por cambio de cultivos, la disminución de heterogeneidad del hábitat, la fragmentación y aislamiento de núcleos de reproducción, así como los tendidos eléctricos”.

El entorno de la localidad de Gerena y el llamado campo de Tejada es una zona agrícola vecina al mayor proyecto industrial de la provincia: la mina Cobre Las Cruces, que evalúa en estos momentos reanudar la actividad extractora durante otros 15 años, ahora con mina en galería, después de lograr la última década una media de 72.000 toneladas anuales.

El espacio que ocupa el proyecto minero supone unas 1.000 hectáreas. Dentro de las medidas compensatorias se incluye mantener la población de avutarda en unas 300 hectáreas agrícolas y cinegéticas vecinas.

 

“Hemos trabajado para mejorar la calidad del hábitat de varias especies de aves esteparias, tras un estudio previo del Departamento de Ecología de la Autónoma de Madrid”, indica a EFE Adrián González, ambientólogo especialista en estas aves, que dirige el proyecto de Cobre las Cruces.

Ese análisis, de 2002, evidenció que en el medio agrícola de la campiña de Gerena se trabajaba con una clásica actividad intensiva: uso de abono y fitosanitarios, cosecha temprana del cereal, cambios a regadío, además de caza furtiva y presencia de animales domésticos asilvestrados.

En el suelo acordado se compensa económicamente a los propietarios para que dejen en barbecho cíclicamente el área de cultivo, de forma que se generan insectos que sirven de alimento a las avutardas.

También fomenta la siembra de leguminosas (guisante, haba y garbanzo), que alimentan a estas aves. Donde sí se cultiva el trigo, hábitat de aguilucho cenizo y cernícalo primilla, se dejan bandas sin cosechar que protejan en verano a las aves. Los agricultores se comprometen a no recolectar antes del 1 de julio, cuando los pollos tienen porte para evitar el atropello.

Las medidas compensatorias de la mina hacia las avutardas incluyen aguaderos, que usa el ganado pero, con una adaptación, las avutardas y alcaravanes. Una balsa artificial ha naturalizado su entorno, con un observatorio que complementa las visitas escolares y facilita el programa de seguimiento.

El proyecto se desarrolla en una Zona de Importancia de las Aves Esteparias (ZIAE), que no adquiere el estatus legal de una ZEPA (Zona de Especial Importancia para las Aves). Según los datos de Eurostat que cita Adrián González, en un siglo han bajado un 34% las poblaciones de aves agrícolas, lo cual achaca a que la PAC (Política Agraria Comunitaria) “no siempre está integrada con el pacto verde europeo (Green Deal), por eso se hace una revisión profunda de las políticas agrarias para compatibilizarlas”.

El trabajo mantiene la población de avutarda en esta comarca cercana a Sevilla. “En 2020 contamos 21 adultos y 2 pollos”, pues el ave tiene un tasa de reproducción muy baja, de 0,10 pollos por hembra en Andalucía. Las 420 avutardas de la comunidad conforman apenas el 1,5% de las 28.000 contabilizadas en España. La distribución en Andalucía muestra la ausencia de la especie en Granada y Málaga, y en dos zonas de importancia histórica, Cádiz y Almería. En Sevilla viven 204; en Córdoba 171; en Jaén 34, y en Huelva 11.

El informe de la Junta de 2019 subraya dos problemas: La rentabilidad del cultivo del olivo en súper intensivo, que provoca la reducción de las zonas cerealistas ocupadas por la especie; y la colisión con infraestructuras –sobre todo tendidos eléctricos-, que se alza como la causa del 52 % de bajas de la especie, lo que limita la población reproductora, “sobre todo en subpoblaciones aisladas como la de Gerena-Campos de Tejada donde se han producido 8 bajas”.

El proyecto Life europeo que se desarrolló hasta 2013 no supuso un revulsivo, pues ese año el cómputo llegó a 470 animales.

La avutarda comparte ránking de escasez en Andalucía con el águila imperial, que alcanzó 123 parejas reproductoras en 2020; las 46 parejas de milano real, según datos de 2014 y también de la Junta; y la cerceta pardilla, con 79 ejemplares en este 2021

Colaboración con las sociedades cinegéticas en la protección de las aves esteparias del entorno de Las Cruces

Un ejemplar de avutarda.

Cobre las Cruces ha firmado varios acuerdos de colaboración con las sociedades cinegéticas presentes en la campiña de Gerena, Olivares y Albaida del Aljarafe para incrementar el acceso a alimentos de las aves esteparias del entorno. Mediante este acuerdo, se instalarán nuevos comederos y bebederos en los cotos de caza de la zona, y se adecuarán otros ya existentes para su uso por especies como la avutarda, el sisón, el cernícalo primilla, el aguilucho cenizo, el alcaraván o la canastera.

Numerosos estudios han demostrado que los bebederos y comederos que se emplean habitualmente en la zonas de caza de España no los usan solamente especies cinegéticas como el conejo o la perdiz roja, sino también de manera muy intensa por otras especies de aves y roedores.

«Gracias a acuerdos como éste, las sociedades de caza se convierten en un aliado más para la conservación de las aves esteparias, y de manera especial de la avutarda, una de las más singulares en la zona», explica Adrián González, del departamento de Medio Ambiente de CLC.

Muchos de los comederos han sido ya adaptados para estas especies. Además, se han eliminado la mayoría de los vallados perimetrales o se han abierto puertas de acceso. También se han ampliado las tolvas de algunos comederos y se han instalado dispositivos nuevos en aquellas áreas donde hay una mayor densidad de esta especie.

Instalación de nuevo comedero – bebedero en zona de medidas compensatorias de Las Cruces

Las parcelas en barbecho, un refugio para la fauna en el entorno de Las Cruces

Dos perdices se alimentan en una parcela en barbecho en el entorno de Las Cruces

La llegada de las últimas lluvias marca un momento muy especial en los trabajos que se realizan en el entorno de Cobre Las Cruces para proteger y fomentar las poblaciones de aves esteparias. Es el llamado Proyecto de Medidas Compensatorias, con las que CLC trabaja con el sector agrícola y cinegético de la zona con el objetivo de favorecer un hábitat idóneo para estancia, alimentación y cría de la fauna autóctona. Entre las actuaciones que se desarrollan están las conocidas como parcelas de barbecho «en verde» y los linderos permanentes entre cultivos.

Las zonas de barbecho son tierras sobre las que durante esta campaña agrícola no se va a realizar ningún cultivo. El suelo se deja descansar durante un año para que se produzca un abonado natural a través de la vegetación herbácea natural. Son especies como el jaramago, el alpiste, las malvas o los eneldos, que no sólo mejoran las condiciones del suelo, sino que resultan esenciales para aumentar la disponibilidad de alimento para aves como la avutarda o el sisón, que se alimentan de estas hierbas o de los insectos que frecuentan estas áreas.

Las zonas en barbecho también dan refugio a otras muchas especies como conejos, liebres o perdices, que se desplazan a estas parcelas cuando el resto de los terrenos de alrededor son cosechados a finales de la primavera o principios de verano.

Los linderos permanentes son franjas de aproximadamente 5 metros de ancho donde tampoco se realiza ningún cultivo agrícola y se permite el desarrollo de la vegetación natural, incrementando el alimento y dando refugio a la fauna de la campiña. 

Cada año podemos comprobar con satisfacción como éstas y otras medidas que se realizan en el entorno de CLC contribuyen a preservar la biodiversidad y dando hogar a nuevas especies.

>> Más noticias sobre el Proyecto de Medidas Compensatorias

>> Más noticias sobre Medio Ambiente en CLC

Las Cruces, compromiso con la biodiversidad

Preservar el medio natural y proteger la biodiversidad es una responsabilidad que se sitúa en el centro del compromiso que asume Cobre Las Cruces con su entorno. Dentro del propio complejo minero y en sus alrededores habitan especies de una gran importancia ecológica, social y cultural. Es por ello que deben ser conservadas como parte de nuestro patrimonio, lo que conlleva la responsabilidad de todos los integrantes del proyecto Las Cruces.

Nuestro entorno es una zona de uso tradicional agrícola de secano, área de especial importancia para el desarrollo y crecimiento de las poblaciones de aves esteparias, como la avutarda y el sisón común, entre otras. Estas especies son de gran relevancia ecológica, ya que muchas de ellas se encuentran inscritas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

 

La creciente población humana en el área, el cambio de usos del suelo (intensificación de cultivos, eliminación de cultivos cerealistas, cambios en las prácticas agrícola, etc.) suponen un riesgo al eliminar o alterar los hábitats naturales de estas especies. Por ello, Las Cruces desarrolla planes de conservación para contribuir a preservar la flora y fauna del entorno.

Estos planes incorporan la aplicación de medidas preventivas para eliminar o mitigar los factores desfavorables que afectan a estas especies. De esta forma, se realiza un control y seguimiento de la fauna autóctona, en la que destaca el galápago leproso, que habita en los arroyos Garnacha y Molinos, y aves como la avutarda o el cernícalo primilla.

Además, trabajamos continuamente con un programa de medidas compensatorias que incluye la realización de acciones agroambientales siguiendo un protocolo de manejo y gestión de los cultivos de acuerdo con las necesidades biológicas y de hábitat de estas aves, con una ocupación de 360 hectáreas, contribuyendo de esta forma a la preservación de la avifauna.

Más información: http://www.cobrelascruces.com/index.php/medio-ambiente/

>> Consulta nuestra Guía de Aves en el entorno de Cobre Las Cruces

Guía de Campo de las aves presentes en el complejo de Cobre Las Cruces

La agricultura tradicional como herramienta de conservación de la avifauna

La actividad de Cobre las Cruces se desarrolla en un entorno natural que requiere esfuerzos para preservar el bienestar de la fauna presente en el entorno  del complejo minero. Se trata de una zona agrícola de secano, área de especial importancia para el desarrollo y crecimiento de las poblaciones de aves esteparias, como la avutarda y el sisón común, entre otras. Estas especies son de gran relevancia ecológica, ya que muchas de ellas se encuentran inscritas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

La antropización del área, el cambio de usos del suelo (intensificación de cultivos, eliminación de cultivos cerealistas, cambios en las prácticas agrícolas…etc.) suponen la eliminación de los hábitats naturales de estas especies. Cobre Las Cruces tiene la responsabilidad de llevar a cabo planes de conservación para mantenerlas como parte de nuestro patrimonio.

Para contribuir a la conservación de estos espacios, Cobre Las Cruces ha implantado una serie de medidas preventivas (instalación de espirales salva pájaros, colocación de cajas nido…etc.) que persiguen conseguir la eliminación o mitigación de los factores desfavorables identificados por los que se podrían ver afectados, así como promover actuaciones con el fin de facilitar el crecimiento de las poblaciones en la zona.

Este programa de medidas se lleva a cabo durante todo el año, realizando censos de poblaciones de las especies de interés y estudios de impacto con vallado o líneas eléctricas. Adicionalmente, Cobre Las Cruces tiene implantado un Plan de medidas compensatorias.

El objetivo de este plan es llevar a cabo prácticas agroambientales en 340 hectáreas, siguiendo un protocolo de manejo y gestión de los cultivos de acuerdo con las necesidades biológicas y de hábitat de las aves. La mayoría de las especies se reproducen y anidan en los suelos de las áreas cultivadas, se alimentan de insectos que se encuentran en los cultivos y se cobijan en estas zonas, por lo que cobra especial relevancia fomentar la agricultura tradicional entre los agricultores de las zonas colindantes al área del proyecto. Se establecen compensaciones y acuerdos con ellos para incentivar el mantenimiento de los cultivos tradicionales en sus parcelas.

En este sentido, se realiza un trabajo conjunto entre el departamento de Medio Ambiente de Cobre Las Cruces, empresas especializadas en la avifauna esteparia y la gestión de los cultivos (Algakon y Tepro) y los agricultores de las parcelas implicadas. Todo el esfuerzo se centra en equilibrar las necesidades de las aves con la de los agricultores, realizando actividades de protección para las primeras y desarrollando estrategias para no mermar la producción de las parcelas y, que, además, sean compatibles entre ellas.
Señalar que el pasado lunes 6 de noviembre se realizó una presentación en el centro de interpretación de Cobre Las Cruces, donde se invitaron a los agricultores y las empresas relacionadas con el proyecto de medidas compensatorias. Se expusieron los resultados obtenidos durante la campaña 2016-2017 y las mejoras a implantar de cara a la nueva campaña.
La colaboración con los grupos de interés es la mejor herramienta para conseguir el objetivo común que perseguimos, que la actividad desarrollada por Cobre las Cruces tenga el menor impacto posible sobre la biodiversidad de la zona.

María Fernández de Peñaranda Fernández
Técnico de Medio Ambiente de Cobre las Cruces